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lunes, 19 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

DESEO QUE LA VIDA NOS TRAIGA LA PAZ, EL AMOR Y LA FELICIDAD A TODOS 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Gustavo Adolfo Becquer

http:/aulafrayluisg.blogspot.com
Gustavo Adolfo Bécquer

Cómo un libro abierto
Como un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo
¿A que fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te averguences
de confesar que me quisistes un poco.
¡Llora! Nadie nos mira
Ya ves: yo soy un hombre …. y tambien lloro.

Como se arranca el hielo de una herida

Como se arranca el hielo de una herida
su amor de las entrañas me arranque.
Aunque senti al hacerlo que la vida
me arrancaba con el!
Del altar que le alcé en el alma mia
la volunta su imagen arrojó.
Y la luz de la fe que en ella ardia
ante el ara desierta se apago.
Aunque para combatir mi firme empeño
viene a mi mente su vision tenaz...
¡Cuando podre dormir con ese sueño
en que acaba el soñar! Como en un libro abierto...

Yo se un hinno gigante y extraño..

Yo se un hinno gigante y extraño
que anuncia en la noche el alma una aurora
y esta pagina son de este hinno
cadencias que el aire dilata en la sombras.
Yo quisiera escribirlo,del hombre
domando al revelde, mezquino idioma,
con palabras quer fuesen aun tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es lugar, que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas¡oh hermosa!
Si teniendo en mmis manos las tuyas
pudiera, al oido, cantartelo a solas.

jueves, 10 de noviembre de 2011

SOLEÁ DEL AMOR INDIFERENTE

http://aulafrayluisg.blogspot.com
Ni rencores ni perdón.
¡No me grites. No me llores!
¡lo nuestro ya se acabó!.
¿Rencores? ¿Por qué rencores?
¡No le da a mi señorío
guardarle rencor a un río
que fue regando mis flores!
Tú me diste los mejores
cristales de tu corriente,
y no sería decente
maldecirte por despecho
si sé que tienes derecho
a dar o a negar la fuente.

¡Debo estarte agradecido
por tu generosidad!
Tú me diste por bondad
lo que yo di por cumplido:
Me brindaste tu latido,
tu boca nunca besada,
tu carne nunca estrenada,
tus ojos siempre esperando
con dos ojeras temblando
debajo de la mirada;
me diste el primer te quiero,
que es el que más atosiga,            
y llenita de fatiga
me diste el beso primero.

Y hasta que llegó a tu alero
aquel mal viento ladrón,
yo sé que tu corazón
fue mío por vez primera,
y sólo mía la acera
debajo de tu balcón.
Por eso, yo, bien nacido,
no te odio ni te aborrezco,
¡al contrario!, te agradezco
todo cuanto me has querido.

No me importa si te has ido
con tu barca hacia otro mar,
que yo no te puedo odiar
por esta mala partida;
porque odiar es en la vida
un cierto modo de amar.

No vengas ahora a mi lado
para pedirme perdón,
el perdón es la razón
de volver a lo pasado,
¡y lo pasado acabado!
¿qué pasó?... ¿por qué pasó?

¡Déjame que viva yo
sin perdón y sin rencores!
Porque por más que me llores...
¡lo nuestro ya se acabó!